En el útero materno, el feto está ampliamente
protegido; no hay lucha contra la gravedad, hay libertad de movimientos,
con la sola limitación del espacio que a medida que avanza la gestación
se reduce éste, permitiendo mayor crecimiento de la masa muscular en el
eje del crecimiento óseo y lo lleva a una flexión obligada.
Cuando un bebé nace prematuro, esta estrategia de crecimiento se interrumpe, hay un gran despliegue del cuerpo que ya no permanece en flexión. El recién nacido prematuro nace con un tono en general menor que el bebé a término, por lo tanto menos flexionado.
Por tanto, nuestra asociación recomienda fomentar el contacto social, aportando consuelo y sensaciones placenteras.
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